Después de todo lo vivido en estos meses, se puede decir que llevo una vida que es como un tobogán. Pasas de estar en la cima más alta a la profunda sima en poco tiempo. No se saben los motivos por lo que esto sucede, pero pasa. Y es normal. O eso dice todo el mundo.
Yo he vivido esos altibajos en los últimos tiempos. He pasado de la euforia a momento de bajón para volver a estar arriba. Desde hace pocos días, esos cambios son menos radicales y mucho más matizados. Me explico: ni me encuentro eufórico, ni cuando entristezco caigo en el más absoluto desconsuelo. Además, me doy cuenta de cuando estoy bien y cuando no. Durante los últimos cuatros días he estado aquí . Ha sido fantástico y me lo he pasado genial. El único problema es que todavía hay recuerdos que me persiguen y el esquí invita porque los dos lo disfrutábamos a muerte. No obstante, soy consciente de que por fin puedo recordar sin dolor. Ahora lo hago con ilusión, con alegría por haberlo pasado bien y haber sentido sensaciones que nos hacen mejores personas. Sólo queda esperar a que esa sensación vuelva. Problablemente con otras personas diferentes, pero como decía aquel: ¡Qué te quiten lo bailao!
1 comentario:
Sierra Nevada!! que suerte! además este año me han dicho que ha estado mejor que nunca.... Por cierto, y eso si que es una buena idea, QUE TE QUITEN LO BAILAO!
ABRAZO ULTRAVIOLETA
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