lunes, 25 de enero de 2010

Up in the air


Ayer vi Up in the air. Me sorprendió: iba pensando en una peli romántica y encontré algo más. Me gustó la idea y los mensajes que manda. EL principal: que el compromiso es necesario.

A mi me mola el compromiso. Vale, lo siento. Soy un tipo raro. Pero es lo que hay. Creo que en el como medio para hacer un montón de cosas. Se trata de un fuerza que puede mover montañas porque cuando nos comprometemos jugamos fuerte y eso es la sal de la vida. Ir de aquí para allá como una veleta no tiene ningún sentido.

NO obstante, el compromiso requiere muchas cosas. Una de ellas es llevar una mochila cargada de todo aquello que queremos que nos acompañe siempre. A mi me gusta la mochila que llevo ahora. Y espero que siga en mi espalda mucho tiempo e incluso más cargada si hace falta

jueves, 21 de enero de 2010

Copiar

La Universidad de Sevilla señala que copiar es un derecho de los alumnos. Flipa. ¿Nos hemos vuelto locos o qué? Mucho se ha hablado sobre la necesidad de fomentar el esfuerzo y que la gente sepa lo que valen las cosas y ejemplos como este no hacen sino fomentar lo contrario.

martes, 12 de enero de 2010

Más caña

Mi última entrada fue un poco criticada por excesivamente blanda. Pues bien, aquí dejo algo un poco más bestia que quizá guste más. Mientras tanto, seguimos a la espera de nuevas cosas

Hace treinta y dos años desaparecí en la frontera entre Sudán y Etiopía. En realidad fueron mi redactor jefe, Paco Cercadillo, y mis compañeros del diario Pueblo los que me dieron como tal; pues yo sabía perfectamente dónde estaba: con la guerrilla eritrea. Alguien contó que había habido un combate sangriento en Tessenei y que me habían picado el billete. Así que encargaron a Vicente Talón, entonces corresponsal en El Cairo, que fuese a buscar mi fiambre y a escribir la necrológica. No hizo falta, porque aparecí en Jartum, hecho cisco pero con seis rollos fotográficos en la mochila; y el redactor jefe, tras darme la bronca, publicó una de esas fotos en primera: dos guerrilleros posando como cazadores, un pie sobre la cabeza del etíope al que acababan de cargarse.
(Sigue)