lunes, 23 de febrero de 2009

Toboganes

Después de todo lo vivido en estos meses, se puede decir que llevo una vida que es como un tobogán. Pasas de estar en la cima más alta a la profunda sima en poco tiempo. No se saben los motivos por lo que esto sucede, pero pasa. Y es normal. O eso dice todo el mundo.

Yo he vivido esos altibajos en los últimos tiempos. He pasado de la euforia a momento de bajón para volver a estar arriba. Desde hace pocos días, esos cambios son menos radicales y mucho más matizados. Me explico: ni me encuentro eufórico, ni cuando entristezco caigo en el más absoluto desconsuelo. Además, me doy cuenta de cuando estoy bien y cuando no. Durante los últimos cuatros días he estado aquí . Ha sido fantástico y me lo he pasado genial. El único problema es que todavía hay recuerdos que me persiguen y el esquí invita porque los dos lo disfrutábamos a muerte. No obstante, soy consciente de que por fin puedo recordar sin dolor. Ahora lo hago con ilusión, con alegría por haberlo pasado bien y haber sentido sensaciones que nos hacen mejores personas. Sólo queda esperar a que esa sensación vuelva. Problablemente con otras personas diferentes, pero como decía aquel: ¡Qué te quiten lo bailao!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sierra Nevada!! que suerte! además este año me han dicho que ha estado mejor que nunca.... Por cierto, y eso si que es una buena idea, QUE TE QUITEN LO BAILAO!

ABRAZO ULTRAVIOLETA