El otro día, alguien que me importa mucho, me dijo que mi blog se había convertido en un tablón de patio de colegio. Y me jodió infinito, aunque sé que lo hizo con cariño. He estado pensado sobre esto y creo que no tiene razón. Lo que es cierto es que el color de los post han cambiado. Han ganado color. Están pasando de un negro horroroso a tener un poco más de luz. Creo que el blog -y más este- refleja la evolución de su dueño y, sobre todo, de su estado de ánimo.
Ahora las cosas se ven distintas y siento que seguirán cambiando en los próximos meses. Antes mi blog fue un paño de lágrimas y pensaba que no me leía nadie. Funcionaba como un válvula de escape en la que podía dejar por escrito y si vergüenza lo que pensaba. Lo que me sorprendió es me leía más gente de la que yo pensaba. Algunos -casi todos- buenos amigos, por lo que no importaba mucho seguir así. Al tiempo seguí descubriendo lectores y ya empezé a cortarme. Quizá esa sea otra razón por la que mis textos han perdido frescura, pero espero ser capaz de recuperarla.
Por otro lado, es más fácil escribir cosas tiernas y que lleguen al corazón cuando uno está melancólico. No entiendo muy bien la razón, pero es así. Si estás contento, las cosas salen distintas y quizá menos atractivas. Pese a todo, quedan muchos temas por contar. Hay que seguir hablando de la felicidad (que para mi no tiene que ser un fin, sino el camino), de la lealtad, de los valores...en fin, de mil cosas para seguir cambiando y mejorando este mundo que nos ha tocado vivir.
PD: Por cierto, me acabo de dar cuenta que esta es la entrada 100. No lo sabía. Hemos tardado casi uno año en escribir un centenar de reflexiones. Algunas buenas -las menos- y otras bastante mediócres, pero todas ellas sinceras y en las que he intentado reflejar como estaba. Los que me leís me habéis visto gritar, denunciar, reir y casi hasta llorar -aunque soy poco llorón-. A lo largo de cien post, hemos tejido un círculo de blogs amigos (a algunos de sus dueños ni les conozco)que nos hemos ido animando a cambiar. Seguiremos al pie del cañón.
Ahora toca dar las gracias. A Pit por picarme a escribir; a hellboy por sus ideas y ocurrencias; a Gon (que no conozco) por sus agradables palabras; y a tanta gente por ser fuente de inspiración. Y a ella por ofrecerme momentos increíbles que me han permitido escribir cosas preciosas.
4 comentarios:
en primer lugar, lo siento.
no creo que sea cuestión de color, sino de intensidad. ojala logres transmitir las cosas amarillas igual que lo haces con las negras.
una vez mas, el camino es divertido pero el objetivo es la felicidad...
Disculpas aceptadas. Como siempre ;)
Espero saber transmitir todo lo que siento de la misma forma, aunque no sé si seré capaz. Y en cuanto a lo de la felicidad, ya hablaremos (o escribiremos) sobre ello.
Si te vas a cortar dejamos de visitarte, eh? ;-)
NO jodas. Todas las visitas are very welcome.
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