martes, 10 de marzo de 2009

Alto

HOy no voy a hablar de mi, sino del mundo. De una barbaridad que se está planeando y a la que poca gente levanta la voz: es la nueva ley del aborto.

La sociedad no puede ser un muro callado que contempla impasible la brutalidad humana en la más absoluta frialdad. De lo que se trata es de no ser indiferentes ante el sufrimiento ajeno, de no ser insensibles ante el horror que padecen los débiles. Esto es lo que decía Jesús Neira el domingo en El Mundo. Y añado: los débiles son los no nacidos, aquellos proyectos de vida que nunca podrán disfrutar de un abrazo y de una sonrisa de sus padres, de un partido de fútbol, una tarde de rebajas o un atardecer.

Bajo el argumento de la protección de la madre y un falso progresismo, se abre la puerta a un auténtido desmadre. A una pérdida indecente de vidas indefensas. El aborto es una tragedia: para la sociedad porque es incapaz de generar las ocasiones necesarias para que esa vida se desarrolle, pero también para la madre y sus familiares que cargan con esa losa toda su vida.

En este blog queremos idear un mundo mejor. Y eso sólo se consigue levantando la voz ante las injusticias como esta, que, además, es una gran barbaridad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena idea. Veremos al final como acaba. Hay salidas y si no me creen echale un ojo a la pelicula de "Juno".