"Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú para las prácticas del culto, siempre andaba por allí el gato del ashram (lugar de meditación ) distrayendo a los fieles. El guru ordenó gurú que ataran al gato durante el culto de la tarde para evitar las distracciones. Mucho después de haber muerto el gurú, seguían atando al gato durante el culto. Y cuando el gato murió, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino. Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización de un culto como es debido".
El otro día una amiga me decía como nosotros mismos nos creamos barreras y complicaciones en nuestro día a día. En mi trabajo pasa todos los días, pero también en nuestra vida personal. NOs fijamos en problemas y detalles perfectamente prescindibles sin los cuales todo sería mucho más fácil
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