lunes, 23 de marzo de 2009

360º



El de la foto soy yo intentando hacer un helicóptero, una de las figuras más espectaculares en esto del esquí. Hacerla requiere bastante valentía porque la caída puede ser de órdago. Es una de mis obsesiones desde hace mucho tiempo. Siempre había pensado cómo sería, pero nunca lo había intentado. El pánico que me daba romperme me paralizaba.

Esta semana lo he intentado un montón de veces. En Formigal descubrimos un par de sitios donde se podía hacer sin problema y nos pasamos varias tardes luchando para conseguirlo. Lo más importante era vencer el miedo, coger la velocidad y tirar de la cintura para dar el giro. Demasiadas cosas. NO lo conseguí, pero estuve a punto.

¿Por qué hablo sobre esto?Pues porque este salto es una buena muestra de mi evolución este año. He pasado de querer hacer cosas, pero no atreverme a intentar otras muchas. De hecho, en mitad de un salto pensé en frenarme, pero sólo la idea de que tenía que hacerlo y no podía parar me animó a seguir. Y eso me pasa en muchas cosas. Estos meses he perdido batallas importantes, pero a cambio he ganado seguridad, autoestima y, sobre todo, bastante valor.

Llevado a la vida diaria es muy útil. Ahora me doy cuenta de que algunas cosas que antes ni intentaba, ahora rondan mi cabeza y es muy posible que terminen fructificando.

3 comentarios:

Irene dijo...

Caerse es algo que le puede pasar a todo el mundo; perder una batalla en la guerra es más de lo mismo, pero lo valiente es lanzarse a la piscina aún a riesgo de saber que te puedes hacer daño en la caída. Lo importante es saber uno mismo que puede levantarse y sacudirse el polvo de la caída. ¡¡Enhorabuena, y sigue siendo un valiente, seguro que pronto tienes recompensa!!:-)

RMT dijo...

Gracias, gracias....Estoy aprendiendo mucho

Anónimo dijo...

Un detalle la foto. Seré rotundo ¡olé tus huevos! eres un crack. A ver si algún día subimos a esquiar juntos y me le enseñas. Aupa!

salU2 desde Seattle!!