Optimismo

El optimismo es clave para afrontar cualquier crisis. Da igual el tipo que sea: financiera, personal, sentimental....La frase es buena, pero no es mia. Es de la creadora de la nueva campaña de Coca Cola.

Me gusta mucho. Es buena, es positiva y, sobre todo, manda un mensaje muy claro: es necesario aprovechar el momento porque la vida pasa bastante rápido.

Y es verdad. Hace sólo unos meses me parecía que no tenía tiempo para nada y resulta que en poco más de 14 meses, he terminado un master, me he cambiado de trabajo, mi novia decidió dejarme después de cinco años, me entristecí, me ascendieron, volvi a ser yo...tantas cosas que da un poco de vértigo.

Los que me conocen saben que siempre he sido un tipo bastante optimista. Siempre he mirado al futuro con ilusión. Desde hace unas semanas vuelo a tener una sensación -todavía no como antes-, pero creo la luz cada vez es más potente.

Hubo quien me dijo hace mucho tiempo que lo importante era aprovechar las situaciones, no dejarlas escapar y exprimir cada segundo. De momento, creo que lo estoy cumpliendo. Tengo cantidad de proyecto por hacer, aunque otros, lamentablemente, se han quedado por el camino. Y seguro que llegan más con gente fantástica que estoy conociendo.

Cambios

Un buen amigo ha empezado a salir con una chica que le encanta. En principio, la noticia es buena, pero hay algunos matices que hacen de este hecho algo complejo: los dos han mantenido una relación profesional previa hasta hace poco.

A mi ni se me había pasado por la cabeza que pudiese generar un problema esta situación, pero ya me ha comentado que se generan comentarios poco agradables (más bien bastante malévolos). Después de lo pasado estos últimos meses, sólo le he dado un consejo: que se preocupe cuando realmente aparezca el problema. Hasta ese momento, lo mejor que puede hacer es disfrutar de la nueva situación, hacerla lo más feliz posible y aprovechar el momento.

Después de mucho tiempo -y de haberlo oido treinta veces- creo que es la mejor opción. Los problemas los creamos nosotros mismos y cuanto menos compliquemos las cosas, disfutaremos mucho más. De momento, ya he empezado a ponerlo en práctica. A ver si da resultado.

Sobre adivinos

Cuando uno escribe de oido sobre percepciones corre el riesgo de equivocarse. Y se pueden hacer predicciones que suelen ser equivocadas. Uno se queda tranquilo, pero otras personas pueden sentirse dolidas o entristecidas.

Alguien a quien quiero mucho siempre dice que le joden los adivinos. Es una frase con historia, pero con la que me he reido mucho. En este blog he hecho de adivino y hoy he descubierto que la he cagado con todo el equipo, pero también ha servido para otras cosas.

De momento, hoy ha sido un buen día. Esperemos que no se tuerza

Toboganes

Después de todo lo vivido en estos meses, se puede decir que llevo una vida que es como un tobogán. Pasas de estar en la cima más alta a la profunda sima en poco tiempo. No se saben los motivos por lo que esto sucede, pero pasa. Y es normal. O eso dice todo el mundo.

Yo he vivido esos altibajos en los últimos tiempos. He pasado de la euforia a momento de bajón para volver a estar arriba. Desde hace pocos días, esos cambios son menos radicales y mucho más matizados. Me explico: ni me encuentro eufórico, ni cuando entristezco caigo en el más absoluto desconsuelo. Además, me doy cuenta de cuando estoy bien y cuando no. Durante los últimos cuatros días he estado aquí . Ha sido fantástico y me lo he pasado genial. El único problema es que todavía hay recuerdos que me persiguen y el esquí invita porque los dos lo disfrutábamos a muerte. No obstante, soy consciente de que por fin puedo recordar sin dolor. Ahora lo hago con ilusión, con alegría por haberlo pasado bien y haber sentido sensaciones que nos hacen mejores personas. Sólo queda esperar a que esa sensación vuelva. Problablemente con otras personas diferentes, pero como decía aquel: ¡Qué te quiten lo bailao!

Adelante

La mejor forma de superar los problemas es dar siempre un paso adelante. Aunque parezca que no se consigue, somos capaces de hacer mucho más de lo que nunca pensamos. Al final, cuando pones el pie y mirás atrás, te das cuenta de que cuesta, de que es complicado, pero que esas dificultades muchas veces son fruto de nuestras propias barreras mentales.

Y cuando esas barreras caen, no sólo andamos más deprisa, sino que hasta corremos. De esto te das cuenta cuando esquías después de un tiempo: en la primera bajada vas despacio, controlando, pero al tercer giro te das cuenta de que la pista, tu cuerpo...todo te pide más y no te queda más remedio que meter los cantos y bajar a muerte porque si no lo haces estás desaprovechando una bajada que nunca se volverá a repetir.

En el tema personal te das cuenta cuando obtienes resultados que nunca pensaste. Cuando descubres que lo que ha ocupado tu cabeza durante meses ya no lo hace, cuando en lugar de dolor sientes ternura, cuando te enfrentas y superas retos que pensabas que eran para otros. Desde ahora: siempre con un paso adelante

Como hemos cambiado

Hace unos días hablaba con un buen amigo al que le contaba mi historia -últimamente lo hago con todo el que lo quiera oir- y se sorprendía mucho. El ha vivido situaciones similares y creo que en el fondo al oirme la revivía. Se indignó porque está convencido de que somos tíos de una pieza, con un futuro bastante bueno y, sobre todo, buena gente. Yo me cuestiono las dos primeras partes, pero no la segunda.

Seguimos hablando del tema y aparecieron frases tan manidas como "no saben lo que quieren", "están grilladas" y demás consignas que tan bien nos hacen sentirnos en esta situación. Al final, lo que me queda claro es la situación ha cambiado y los valores también. Alguien decía que el problema es que ahora siempre hay una excusa para romper una relación, lo que hace que los compromisos sean cada vez más ligeros y tengan menos valor. Creo que es una definición bastante acertada y algo que me entristece. Yo creo en los compromisos y en que hay que luchar para mantenerlos.

Esto tampoco significa que haya que forzar las cosas hasta niveles insoportables, pero cuando la cosas se relativizan aumenta la probabilidad de que desaparezcan.

Curación

¿Por qué estoy ahora mucho mejor?Alguien dice que un día te levantas, algo hace click y te das cuenta de que no es el fin del mundo. A mi me sucedió algo parecido.
Todos los días voy al trabajo en coche. Tardo entre 30 y 35 minutos. Es un tiempo que dedico a escuchar las tertulias políticas de la mañana, pero muchas otras veces me dedico a divagar y pensar en mis cosas. Es bastante relajante empezar así el día.

Uno de esos días, oyendo lo mal que estaba todo, me di cuenta de que no tenía muchos motivos de queja en mi vida. Tengo una familia que me quiere bastante, unos amigos que me cuidan, un trabajo que me gusta....Si, es verdad que algo que quería falló, pero no puedes estar fustigándote todo el día. Te pierdes muchas cosas buenas, pero, sobre todo, haces daños a todos los que están a tu alrededor, que lo pasan mal conmigo.

Creo que esa es la razón principal para haberme curado. Puede parecer estúpido, pero a mi me sirve.

Amigos

Hay veces que sabemos que los amigos nos quieren, pero otros días nos sorprenden. Desde hace algo más de un año, hay uno de estos que me sorprende de manera sistemática. Esto es, todos los días.

Ayer, se pasó por esta casa y dejó la siguiente perla:
"Uno puede permitirse perder, pero no puede permitirse el lujo de perder la lección. De todas las experiencias se aprende, tanto de las buenas como de las malas, lo que en un futuro nos sirve para llegar a ser mejores personas.

Mientras uno actúe siguiendo a su corazón, nunca debe arrepentirse ni mucho menos pedir perdón por sus actos".

Poco más tengo que añadir.

Derrotas

Hay días que te levantas y descubres que has estado haciendo el imbecil con la gente que quieres durante mucho tiempo. No hay problema. Tiene solución. Basta con reconocerlo, pedir perdón y poner los medios necesarios para que no vuelva a suceder. Si lo haces, dejas de ser un insoportable para volver a convertirte en el tío majo que cae bien.

He vivido esa transición. Y es jodida porque cuando estás metido en una burbuja de tristeza, todo te da igual y te comportas como un cretino sin darte cuenta. Pero de repente, algo hace click y te das cuenta. Esos momentos hay que aprovecharlos porque son los que te reconcilian con el mundo.

Es increíble como cuando uno está triste desaprovecha oportunidades estupendas. Ahora las voy a utilizar todas. Sin excepción. Ha llegado el momento de empezar a cambiar cosas. Puede que mi plan inicial no haya triunfado, pero no pasa nada. Tengo la conciencia tranquila: lo he luchado a muerte y he demostrado que me importa.

Además de saber ganar, hay que perder con dignidad y caballerosidad. YO he perdido, pero seguro que las batallas que vendrán las ganaré. De momento, además de mi derrota me llevo la reconciliación con gente querida, que es bastante agradable.

Los espartanos aprendieron de sus derrotas. Yo también.

Sueños

En un sitio que se llama como esta bitácora, los sueños juegan un papel fundamental. Sin ellos, nada de nada. Sin sueños, es imposible cambiar nada, porque son precisamente ellos los que nos animan a hacer historia.

En este sentido, el otro día escuché que todos nuestros sueños pueden hacerse realidad si tenemos el valor de realizarlos. Touché. Ahora sólo me faltan las narices para poner a trabajar en ellos. Y los que leís este sitio, sabéis que ideas no me faltan

Things looks much better in a circle

Yo lo decía un colega: Las cosas se ven mejor en un círculo. Y prometí poner la mia. Pues aquí va.