No es la primera vez que cito a este tío. HOy en su despedida antes del verano dice que:
Siempre he pensado que el camino de la felicidad no pasa tanto por el desprendimiento, que también, sino fundamentalmente por la práctica constante del agradecimiento. Saber reconocer que cada día que pasa es un regalo y que su disfrute depende no de las circunstancias que nos rodean sino del modo en que cada uno las afronta.
Muchas veces en este blog he defendido la necesidad de ser felices con lo que somos, con lo que tenemos. Creo, sinceramente, que la felicidad se consigue disfrutando de los que tienes cerca: de sus grandezas y de sus miserias; de sus buenos momentos y de sus angustias; de sus virtudes y sus defectos (también)....A veces, he pensado que era un marciano por hacer estos planteamientos, pero resulta que hay más gente que piensa así. Me reconforta. Me da fuerzas para seguir en la brecha luchando por ser cada día mejor, más feliz y, sobre todo, hacérselo más fácila los que me rodean. Muchas veces digo que mi felicidad depende de la tuya. LA gente se rie cuando lo oye, pero es cierto. Si los que me rodean sonrien, casi seguro que yo lo haré.
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