Este fin de semana me quedé sin abuela. Era la mamma. Durante mucho tiempo todo giró a su alrededor e hizo que estuviésemos muy unidos. Todos. Ayudándonos. De hecho, a nosotros no nos importaba mucho, pero hay gente que ha tenido que sufrir estos cambios de planes. Y lo han hecho(casi) siempre con una sonrisa y bastante resignación. Tampoco había más.
No estoy muy puesto en entierros, pero este ha sido raro. NO ha habido lágrimas. Si tristeza, pero también alegría porque la abuela ya está en el cielo descansando con la gente que quiere. Y desde allí, tiene muchos encargos. Le hemos traspasado varias peticiones y seguro que las atiende. Ella es así.
Y seguro que se cumplen. Algunos están muy cerca. Otros lejos, muy lejos, pero queda mucho tiempo para conquistarlos. Pasará el tiempo y veremos si fuimos capaces de ello o todo quedó en agua de borrajas. De momento, seguimos en la brecha.
2 comentarios:
Lo siento.
Gracias, tío.
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