Estos son unos días en los que la gente está muy nerviosa: debe ser el calor, la llegada de las vacaciones o no sé el qué, pero hay que tranquilizarse y...despeinarse.
De vez en cuando, cuando estas hasta arriba de todo el mundo, te encuentras que hay gente que se acuerda de ti. Y hace mucha, pero que mucha ilusión.
El texto que mola es este
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine.
Y me tengo que despeinar mucho más. Aprovechar la situación. Aprender de las caídas. Lo que dice ese texto es una gran verdad. No hay nada mejor que llegar a casa despeinado: después de un partido, de una quedada con colegas o taaantas cosas.
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