Hay momentos en los que te das cuenta de que la felicidad está ahí, justo al ladito de ti y pasas tan rápido que ni te enteras.
Ayer después de que España ganase el Europeo -partidazo- recibí una llamada especial. La mejor que podía recibir en estos momentos. COmentamos la jugada y poco más. Pero fue estupendo porque si alguien te llama entre el final y el himno es que estás en su lista de gente importante (ojo, que esa persona también está en mi lista de winners). Y eso te hace sentir bien, muy bien.
Y esos detalles, esos pequeños matices hacen que la vida sea una cosa maravillosa.
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