No entiendo demasiado a la gente que llega de vacaciones sin ganas de hacer nada. Me ponen bastante nervioso y, además, creo que se hacen un flaco favor. Entiendo que el arrancar puede ser duro, pero una vez que has encendido el contacto, sólo hay que pisar el acelerador hasta el final. Y llegas. Claro que llegas.
Hoy he leído esto. Y me ha parecido una receta muy buena para abordar un año que será complicado. Muy complicado. El tipo dice que para mantener el entusiasmo hay que:
Recordar el por qué de las cosas que estás haciendo
Disfrutar del camino
Motivarse con lo pequeño
Ser conscientes del ahora
Darse un respiro
Y todas estos consejos sirven para ser mejor en el trabajo, pero también para ser mejor en otros campos. Siempre lo de defendido y al ver que otra gente también, me satisface. Ya no soy tan raro como creía
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