Así, tontín-tonteando, llevamos varios días sin escribir. Muchos más de los que a mi me hubiese gustado y hay cosas que contar. O, por lo menos, sobre las que filosofar.
Espero que ustedes mis lectores no me abandonen si ven que no alimento esta bitácora. Lo haré, pero tengo que encontrar momentos adecuados y temas que me inviten a decir cosas.
El otro día estuve cenando con unos amigos. Y me di cuenta de que serán hiperfelices. Por varios motivos; el primero porque se quieren con locura. Y el segundo porque ella ha sabido perdonar y han sido capaces de darse una segunda oportunidad. Saber perdonar -que no todo el mundo sabe- es un ejemplo del que mucha gente debería aprender. Y ofrecer segundas oportunidades -máxime cuando adoras a alguien- es una muestra de absoluta generosidad. Y ese es el camino de la felicidad. El de la de verdad. La que te ayuda a comerte el mundo a pequeños bocaditos y día a día.
2 comentarios:
que bien,segundo post en el que hablas de mi o que por lo menos me doy por aludida!!!!!!!!!!!!!!!
seremos felices y seguro q tu lo ves, q te debemos cenorrio y te daremos el coñazo para q nos enchufes en unas practicas señor "pediodista";)
un besooooooooooo***
si esta en mi mano....cuenta con ello
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