Amor y honor

Escribo desde Barcelona en la habitación del hotel. No es el plan perfecto, pero te da para leer un poco más de lo normal y actualizar esta su bitácora que últimamente la hemos tenido un poco descuidada.

Un día dije que escribir feliz era más difícil que hacerlo melancólico, pero eso no puede ser excusa para no volver a compartir la felicidad que nos rodea. Levantarnos cada día sabiendo que somos importantes para alguien es un regalo que no podemos dejar de compartir con la gente que sigue este blog. ¿Y por qué?Simplemente por justicia. Porque al igual que hemos dado la coña con la tristeza, también hay que dar la cara con la felicidad. Que el mundo está que se cae para que todo sean lamentos.

Y esas personas para las que somos importantes, también los son para mi. Porque han demostrado entereza, saber estar y, sobre todo, cariño. Mucho cariño. QUe es el combustible más importante que conocemos.

Aquí os dejo un video que siempre me gustó. Es de Alatriste. Y él se movia por cariño, por amor y por honor. Eran sus palancas. Las que creaban sus códigos y por las que peleaba hasta la muerte

Conmoción

Hace ocho años, estaba en segundo de periodismo y me quedé pegado a la tele cuando me enteré de que en Afganistán había muerto Julio Fuentes. En esa edad te crees el rey del mambo y como queríamos ser el mejor reportero de guerra del mundo, pues se despertó una especie de solidaridad periodística que me sirvió para hacer un trabajo, que me pusiesen buena nota y poco más.

Hoy leo esto, y me sigo emocionando. Los que me conocen saben que una de las cosas que más me gusta es hablar sobre periodismo. Y me siguen emocionando las historias que se cuentan sobre periodistas que han consagrado su vida a contar historias interesantes a los demás

Y para muestra, esto: La guerra no se puede contar -hoy menos que nunca- y sin embargo los hay que se empeñan en hacerlo, yendo de conflicto en conflicto y espantando a golpe de palabra o imagen los fantasmas del cinismo, aferrados a la idea quijotesca de que, en mitad de la batalla, en guerras cada vez más estúpidas y desiguales, el periodista puede y debe ser la voz de los que han quedado atrapados en medio.

Espartanos

Todos los seguidores de este blog entenderán porque esta foto aparece aquí. Esparta ha vuelto!!

Esta es

Entre esto y esto, han pasado un montón de cosas. Pero la mejor ha sido que he vuelto a ver a la sonrisa más bonita del mundo cerca de mi. Y eso es una alegría no comparable con nada



Esta es la sonrisa más bonita del mundo. La que hace que todo sea mucho mejor cuando estás cerca de ella. La más dulce y la más irónica. La que me sorprende guardando papelitos desde hace mil. La que, en definitiva, da sentido a la vida.

Defensa

'La libertad no nace por sí misma, hay que luchar por ella y defenderla siempre', dijo ayer Angela Merkel en el aniversario de la caída del muro. Es una gran verdad, pero no sólo ocurre con la libertad. Pasa lo mismo con otras muchas cosas.

Y una de ellas es el amor. El de verdad. Es verdad que este ha de tener una raiz que le anime a brotar, pero hay que luchar por el, cuidarlo y defenderlo siempre. NO debe pasar un día sin que lo cuidemos porque, de otra forma, puede morir. YO he luchado mucho por conseguir algo y ahora no voy a dejar que se estropee. Lucharé hasta caer rendido porque esto promete.

Feliz...

...así es como me siento. Por mil razones, pero creo que hay uno por encima de todos. Uno que me guardo para mi, pero que otra persona sabe.

Feliz porque he vuelto a ver una sonrisa cerca de mi. LA sonrisa más bonita del mundo.

Feliz porque hay mil cosas que hacer.

Feliz porque el miedo no ha dejado que muchas cosas se hundan.

Otro día explicaré más detalladamente los motivos de mi alegría.

Cariño

El viernes alguien a quien quiero mucho me dijo que todo aquello que se hace con cariño tiene mucho más sentido y deja una huella más profunda. Algunas de las cosas que he hecho últimamente han estado llenas de cariño y el resultado ha sido inmejorable. A partir de ahora, pondré más cariño todavía porque será la forma perfecta de alimentar la felicidad.