En este blog hemos hablado de la necesidad de cambiar el mundo, de hacerlo cada uno aportando nuestro granito de arena....o paladas como dice alguien. Pues bien, hay dos personas, dos colegas, que se han tomado esta idea al pie de la letra y se han puesto manos a la obra. Jesús y Leti se han ido a Etiopia. Trabajan con las Hermanas de Santa Teresa de Calcuta desde las 6 de la mañana y, aunque no son médico, trabajan como los que más. O eso dicen.
La gente que ha ido a Etiopía dice que es duro, pero gratificante. A mi se me abren las carnes sólo pensando en esos enfermos, sin nada, que lo único que buscan es el calor de una mirada amiga o una sonrisa. Seguro que Jesús y Leti les regalan las mejores porque si hay sonrisas permanentes, esas son las suyas.
Cuando pienso en ellos me muero de envidia. La verdad es que leyendo el mail que nos enviaron se apreciaba su alegría y ganas por seguir haciendo bien las cosas. Seguro que triunfan. Tienen madera, pero, sobre todo, muy buen corazón
1 comentario:
No sé como he llegado a este post.
Qué buenos recuerdos me ha traido...
Espero verte pronto.
Un abrazo fuerte,
Jesús
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