El otro día, en EL Mundo publicaban una entrevista con Alain Badiou donde éste alababa el amor como acto de responsabilidad. Es importante porque Badiou fue uno de los más importantes representantes de mayo del 68 que apostaba por la libertad, por eliminar las ataduras (y el amor es lo que tiene).
En la entrevista, Badiou dice que los enemigos del amor son la seguridad de un contrato y el confort de los placeres ilimitados. Y añade: «El amor es un camino, una vida, que no se enfoca desde el punto de vista de uno sino de dos». Y me gusta. Y por eso lo pongo aquí porque leer esto de vez en cuando te hacer reconciliarte con el ser humano)
martes, 16 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
Vida
I am the master of my mind
I am the captain of my soul
Así es como se puede definir una buena vida. Sólo si eres el capitán de tu vida y sabes lo que quieras conseguirás de verdad tener una vida plena y feliz. Hay gente que hace muchas cosas obligada por los acontecimientos o porque se rebela contra la educación que ha recibido. Ni lo uno, ni lo otro. Sólo vale lo que se siente.
Y sólo así se lucha de forma honrada y se consiguen los éxitos. Ojo, que es complicado, pero hay cosas mucho más difíciles.
Cerca, muy cerca de mi, tengo alguien a quien quiero con locura que me lo enseña esto todos los días. Ella lucha por lo que cree y aunque acaba hasta las narices, al final le queda la satisfacción del trabajo bien hecho.
I am the captain of my soul
Así es como se puede definir una buena vida. Sólo si eres el capitán de tu vida y sabes lo que quieras conseguirás de verdad tener una vida plena y feliz. Hay gente que hace muchas cosas obligada por los acontecimientos o porque se rebela contra la educación que ha recibido. Ni lo uno, ni lo otro. Sólo vale lo que se siente.
Y sólo así se lucha de forma honrada y se consiguen los éxitos. Ojo, que es complicado, pero hay cosas mucho más difíciles.
Cerca, muy cerca de mi, tengo alguien a quien quiero con locura que me lo enseña esto todos los días. Ella lucha por lo que cree y aunque acaba hasta las narices, al final le queda la satisfacción del trabajo bien hecho.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Viven
El otro día estuve en una charla de Antonio Vicintín, uno de los supervivientes de Los Andes, y la enseñanza es bastante clara: las cordilleras son iguales para todos, sólo cambia la forma de afrontarlas.
Me gustó la idea porque, metidos en el fragor de la batalla, podemos mirarnos demasiado el ombligo y creernos que nuestra situación es la más complicada. Y viene bien que alguien que lo ha pasado realmente mal, se te acerque y te diga que no, que no es tan grave, que sólo hay que apretar los dientes, mirar hacia delante y seguir. Ahí está el secreto, en no parar, en seguir, en insistir. Al final, los resultados llegan y la sensación de satisfacción es enorme. A mi me ha pasado. En lo personal y profesional. Y lo disfruto cada día.
Me gustó la idea porque, metidos en el fragor de la batalla, podemos mirarnos demasiado el ombligo y creernos que nuestra situación es la más complicada. Y viene bien que alguien que lo ha pasado realmente mal, se te acerque y te diga que no, que no es tan grave, que sólo hay que apretar los dientes, mirar hacia delante y seguir. Ahí está el secreto, en no parar, en seguir, en insistir. Al final, los resultados llegan y la sensación de satisfacción es enorme. A mi me ha pasado. En lo personal y profesional. Y lo disfruto cada día.
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